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Posada virtual – Polaris

—¡Emy, vuelve acá!

—¡Los seres mágicos no nos contagiamos!

—Eso no lo sabes —dijo Andrea.

—Tú tampoco —murmuró el hada—. Debimos habernos ido a Polaris en cuanto comenzó todo esto.

—Tú fuiste la que dijiste que no era para tanto, aparte estamos haciendo nuestro proyecto secreto.

—No es un proyecto secreto. Todos saben que estamos haciendo Polaris 2. De hecho, tengo miedo de que nos vengan a linchar, estamos trabajando en este mugrero desde el 2013.

— No es un mugrero, es un proceso.

— Pues a ver si se procesa más rápido —dijo el hada moviéndose hacia la ventana.

—¡Que no puedes salir! Y sin cubreboquitas, menos.

—Pero extraño ver a los demás y hacer mis travesuras. ¿Qué harán los demás sin mi encantador humor?

—Descansar.

Emy voló hasta acercarse a la cara de Andrea e hizo un puchero justo frente a sus ojos.

— No te me pongas dramática. Yo también quiero salir de aquí. Ya ves que se hizo todo un plan en los cuarteles para coordinar el acceso a las áreas comunes. Has visto a Mia, a Kisha, a Kyra. Le hiciste una bromita a Nicolai… así que no exageres.

—Pero Navidad no será lo mismo si no estamos todos.

—Sí vamos a estar todos, nos vamos a ver por videollamada.

—¡No es lo mismo!

—Pues no, pero es lo que hay. Tómalo o déjalo.

—Lo tomaré, pero estoy molesta.

—No estás molesta, estás frustrada.

—¡¿Cuándo empezaste a corregirme?!

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